viernes, 27 de marzo de 2020

Ella me vio en el metro.
Paseó su condenada persona por delante de mi cara, hubo un momento en que coincidimos en la misma estancia, respirando el mismo aire ella y yo. Pensó "canta bien" y también pensó otras cosas. Y puede que nos miráramos, puede que le sonriera desde mi bendita ignorancia, la ignorancia que me ha tenido con vida hasta hoy.
¡Qué curiosa la vida! Tú vives, naciste y aquí estás en mi vida a mi pesar, niña, aquí estás, compartiendo mi aire cuando no soy consciente.
¿Qué más vas a atreverte a compartir conmigo? Vamos a tener una relación muy íntima de forma indirecta... ¿Cómo lo ves? ¿Estás dispuesta a compartir más que el aire?
Ah, pero yo ahora sí soy consciente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hay un abismo más allá de mi guitarra y una parte de ti, sí, de ti, que siempre se escapa conmigo. Podemos irnos.